Oh Madre del Cielo, te imploramos con humildad y devoción. Confiamos en tu protectora amorosa para alcanzar el bienestar espiritual que tanto anhelamos. Ayúdanos a fortalecer nuestra creencia y a sanar nuestros corazones, llenándolos de tu amor. Guíanos por el camino de la bondad, y acompáñanos en nuestras luchas con tu presencia constante.